Hoy en día es sumamente común ver que algún edificio en nuestra ciudad tiene una antena o una torre, pero, ¿qué son exactamente una torre y una antena? ¿Son lo mismo? En primer lugar, es necesario comprender que, aunque ambos objetos trabajan juntos, no son lo mismo. Una torre para antena es una estructura diseñada y creada especialmente para soportar una antena. Por su parte, la antena es el artefacto cuya función es emitir y propagar onda radioeléctricas que permiten la comunicación móvil y la señal de internet. En otras palabras, la antena envía la señal hacia nuestros dispositivos y la torre es la estructura donde se almacena la antena.
Los materiales de los que se compone la torre usualmente son cemento y hierro, aunque también se puede hacer uso de otros componentes. Además, la torre tiene un tamaño mínimo de 12 metros y puede llegar hasta los 50. A diferencia de este soporte, la antena es un dispositivo bastante pequeño, por lo que cuando pensamos que estamos viendo una antena muy alta, en realidad lo que estamos viendo es la torre. Con el paso de los años y el avance de la tecnología, las industrias han trabajado para mimetizar estos artefactos con el ambiente urbano con el fin de no causar un impacto visual desagradable.
Por supuesto, existen otros lugares en los que puedas colocar una antena, tales como azoteas de edificios, luminarias, carteles publicitarios y otras estructuras de gran altura. Sin embargo, si tu intención es comenzar a invertir en las torres para antena es necesario que conozcas un poco más sobre el tema. Al invertir en este negocio, siempre debes tener presente que existen dos tipos de antenas: las arriostrada y las autosoportadas o estables.
¿Por qué es importante saber esto? Porque dependiendo del tipo, tendrás ciertas características o mayores costos. Por ejemplo, todas las torres pueden tener forma geométrica de manera general, pero las torres autosoportadas tienden a tener una sección cuadradas. Por su parte, la sección de la torre arriostrada puede ser cuadrada o triangular.
La diferencia principal entre estas estructuras es mucho más fácil de comprender si se piensa que las torres para antena arriostradas necesitan de la ayuda de cables para poder mantener su posición. Por el contrario, la torre autosoportada, como podrás deducir gracias a su nombre, no necesita de la ayuda de ningún cable, pues serán capaces de sostenerse por sí mismas.
¿Qué hay de los costos? Si hablamos únicamente de estructura y cimentación, las torres arriostradas suelen ser más baratas. Sin embargo, el costo de renta aumentará porque este tipo de estructura necesita un terreno más amplio. Para decidir cuál tipo de torre para antena es más adecuada para ti, no puedes guiarte únicamente por el precio, sino que más bien debes analizar el terreno que alquilarás, sus condiciones topográficas y el espacio disponible que tendrás.
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